David Gilmour, integrante de la legendaria banda Pink Floyd, está realizando excepcionales esfuerzos por vender su mansión de 10 millones de libras. Sin embargo, los intentos han resultado en severos fracasos debido a una particularidad que este no tenía en cuenta: la casa legalmente no es de su propiedad, si no que le pertenece a la Corona británica.
Murió Willy Quiroga, cantante de "Vox Dei" y pionero del rock argentinoLa propiedad de 10 millones de libras (USD 12 millones) se ha convertido en una pesadilla inmobiliaria para el cantante y guitarrista principal de una de las bandas de rock más famosas de la historia, Pink Floyd. Luego de una serie de intentos de ofertarla en el mercado, el artista descubrió que la casa donde vivió por años junto a su esposa Polly Samson no le pertenece. La propiedad se encuentra bajo el título de la Corona británica.
Luego de los seriales intentos por vender aquella mansión, Gilmour ha comenzado una demanda legal al Gobierno inglés para corregir aquel descuido y así poder deshacerse finalmente de aquella propiedad.
David Gilmour ha comenzado una demanda legal contra la Corona Británica tras enterarse de que no puede vender su mansión
En 2011, Gilmour compró lo que en ese momento era Medina House, un balneario ubicado frente al mar de Hove, en Sussex, Inglaterra. Se trataba de un establecimiento público para mujeres que contaba con piletas de agua marina y baños para relajarse. Más tarde, la leyenda de Pink Floyd accedería a la propiedad a través de su antigua empresa Hoveco Ltd, de la que era el único director. En 2014 la empresa se disolvería pero debido a un descuido legal no le fue transferida al propio Gilmour.
Según la legislación del Reino Unido, a menos que los activos de una empresa se transfieran antes de que la empresa se disuelva, estos se convierten automáticamente en "bono vacantia" (bienes vacantes) y se titulan bajo la propiedad del Estado. El emblemático cantante, que ha vivido en la propiedad con Samson durante años, afirma que la casa no fue puesta a su nombre debido a un error administrativo involuntario, y ahora ha recurrido al Tribunal Superior de Londres, donde está demandando al Fiscal General.
Los expertos legales afirman que el caso de Gilmour es “extremadamente raro”
El cantante efectuó una orden judicial para transferir la casa a su nombre y así poder venderla finalmente, mientras que los expertos legales afirman que el caso de Gilmour es extremadamente raro. “Debe haber sido sumamente impactante enterarse de aquello. Es una situación extraordinaria y, al mismo tiempo, increíblemente rara", advierte Nick Brett, socio de la compañía Brett Wilson LLP.
Medina House es una propiedad de una superficie de 580 m2 e incluye un patio, un jardín cubierto, seis habitaciones, cuatro baños y cuatro salas de recepción distribuidas en tres plantas. También dispone de una tienda de vinos, un salón, un gimnasio y una biblioteca, y una de las salas de recepción, que incluye un comedor, mide nada menos que 15 metros.